...la Biblia de Jerusalén
I Corintios 11, 29-32
29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su
propio castigo.
30 Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y
mueren no pocos.
31 Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados.
32 Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no
seamos condenados con el mundo.